Una serie de
asesinatos amenazan la tranquila ciudad de Ourense en plena Semana Santa,
aparentemente sin relación alguna entre ellos. Pero una señal de identidad de
la asesina deja claro que se trata de la misma persona, Emma, una chica
sumamente inteligente con un plan elaborado y un motivo que la lleva a actuar
de esa forma. Eva, comisario de policía, será la encargada del caso.
Así
comienza una carrera contrarreloj para evitar más muertes.
He estado pensando que una buena forma de acabar el reto
negra y criminal este año es dándole voz a un autor “novel” (lo entrecomillo
porque ya tiene en su haber un par de novelas, que no es poco). Dicho y hecho. Hoy
os traigo la reseña de “Muerte sin resurrección”, de Roberto Martínez Guzmán,
que me ha parecido una obra entretenida y muy ágil.
Roberto Martínez Guzmán (Ourense
1969), comenzó sus estudios de Derecho en 1988, pero en unos años decidió
abandonarlos. Posteriormente entra en contacto con el mundo editorial en su
vertiente comercial. En 2002 ingresa en el cuerpo de Funcionarios de la Xunta
de Galicia y en 2012 decide publicar su primera novela policíaca “Muerte sin
resurrección” con gran éxito en la lista de ventas de Amazon España. Posteriormente
también ha publicado “El día que Blancanieves cogió su guitarra”.
Se trata de una novela breve, que gracias al buen hacer de
su autor, se lee con interés y dura entre tus manos solamente algo más que un
suspiro. Es una obra bien pensada y ambientada con un argumento interesante, correctamente
narrada y una estructura acorde con la historia que cuenta. También me parece
un acierto el tratamiento que hace el autor de las víctimas, por las que, salvo
alguna pequeña excepción, es difícil sentir simpatía alguna.
Sin embargo, he echado en falta un poco más de profundidad
en ciertos personajes que daban juego para ello, o que el autor se explayase
más en algunos pasajes como por ejemplo la forma en que la asesina llega a
conocer tan al dedillo a sus víctimas y cómo es capaz de adelantarse a las
actuaciones de la policía. Creo que eso le añadiría más inquietud a la
historia.
Por otra parte, para ser completamente sincera hay un punto
que no me ha gustado, y que además, me da mucha rabia. Me explico. Una de las
cosas que valoro en un tipo de lecturas como esta (novelas negras, thrillers,
etc) es el tándem autor-lector, en el que el último permite que el primero le
tiente, le cite, le provoque y le haga pensar para elucubrar sus propias
hipótesis. Sin embargo, en esta novela he sentido que sólo había un argumento
plausible; que la inspectora daba por válido un único planteamiento que, por
ende, era el correcto, con lo que parecía que la lectura iba dirigida, pues no
existía la posibilidad de tener varias suposiciones, sino que ya se daba por
hecho (por ejemplo saber cuántos asesinatos iban a ser aunque la respuesta a
ese porqué se desvele bastante más tarde) que las conjeturas de la inspectora
eran las correctas.
Valoro muchísimo el esfuerzo del escritor porque se de buena
tinta que no es nada fácil armar una
buena historia desde cero, y por eso me molestaría mucho parecer demasiado
crítica o injusta. Sin embargo, he
destacado estos puntos porque me da rabia que una novela con tan buena materia
prima se me haya quedado pobre entre las manos. Creo que esta historia da para
mucho más, y que el autor tiene el potencial necesario para desarrollarla.
Por
eso creo que si buscáis un texto ágil y fluido, un libro que entretiene y con
el que puedes disfrutar de su narrativa sencilla y su forma de redondear la
historia para cerrarla, lo debéis leer. Seguro que apreciaréis su potencial.
¿Lo habéis leído? Y si ha sido así, ¿qué os ha parecido?
Feliz día.
Ya es la segunda reseña que leo en pocos días que le pone peros a esta novela, yo la tengo pendiente y sí que me llama la atención pero ya te contaré
ResponderEliminarBesos
Pues estaré al tanto a ver si coincidimos o si tienes otra percepción.
ResponderEliminarBesicos.
Sí, la leí y sí, entretenida.
ResponderEliminarBesos,